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JOURNEY



Género: Aventura
Plataforma: PS4
Pegi: 7

Nos encontramos ante un juego desarrollado por thatgamecompany que fue lanzado el 21 de Julio de 2015 y que podemos encontrar para las plataformas de PS3, PS4, Pc y sistemas operativos IOS.

Journey es uno de los juegos que ha dado Sony PlayStation para que sus usuarios lo disfruten con la excusa del confinamiento que está sufriendo la población a nivel mundial por culpa del COVID -19 con lo que pretende, de alguna manera, ayudar a que ese confinamiento sea lo más llevadero posible.

(Player 1) 
Este juego te transportará hacia un emotivo viaje a lo largo de un recorrido de varios escenarios que van desde el árido desierto, pasando por el profundo subsuelo hasta la cima de la montaña más helada que pueda existir en este mundo. Y es que empezaras ahí, en mitad del desierto, sin saber que hacer o cómo desenvolverte. Solo tienes un punto fijo al que seguir y este se muestra en la lejanía, apuntando hacia el cielo en una majestuosa cumbre montañosa que como si de un fuerte golpe la hubieran partido en dos deja ver a través de una fina brecha, un haz de luz que se eleva hasta las nubes . Así que nuestro objetivo en el juego será llegar hasta ese punto elevado. Lo cual, nos va a llevar poco más de dos horas de juego. Puede parecer poco tiempo, pero a mi me ha dado la sensación de haberlo disfrutado mucho y ese tiempo se ha multiplicado por tres si cabe la experiencia.

En cuanto a su apartado gráfico puedo decir que no destaca en ningún aspecto en concreto, pero sí que consigue darle al juego ese toque de tranquilidad o desasosiego cuando en los menos en el que el juego lo requiere, transmitiendo muy bien al jugador la experiencia que está afrontando en cada momento.

Si nos vamos al apartado musical nos encontraremos con una banda sonora muy cuidada y que consigue en algunas ocasiones conectar al jugador con el juego intensificando de esta manera las sensaciones que este recibe, obteniendo así, una mejor experiencia del juego.

Por lo tanto, y en definitiva, para mi Journey es un buen juego que me ha transmitido que lo que nos cuenta es un fiel reflejo del camino que atraviesa el ser humano desde el momento en el que nace hasta el día de su muerte.

(Player 2)
 Estudios sociológicos y psicológicos, nos transmiten que cuando una persona está triste o pasa una situación complicada, sea individual o grupal, es capaz de sentir más, de ver aflorar esas emociones que ocultamos en nuestro interior cuando estamos demasiado ocupados y que es capaz, de ver aumentar la recepción de ellas en momentos oscuros.

Y ahí llegó Journey, como regalo para los usuarios de PS4, un buen detalle de la campaña "Juega en Casa" organizada por Sony estos días, por la emergencia sanitaria del Covid-19. Llega en el momento en que la pérdida, la preocupación, el aislamiento y las duras asimilaciones de muchas/os afloran estos meses. Llega quizás, en el mejor momento para transmitirnos un posible mensaje.

Cuando uno quiere hablar de arte en los videojuegos, Journey sería un candidato perfecto para enseñar en las futuras escuelas de videojuegos, que tener por seguro que algún día llegarán. Gráficamente sencillo, pero visualmente penetrante y encantador, una delicia para la vista, toques luminosos cuando necesita transmitir una sensación positiva o alegre, toques oscuros cuando la pesadez y el abismo llegan a nosotros. Y de nuevo se hizo la luz cuando nos ponemos de nuevo en marcha de este corto pero intenso camino.

Y si ya gráficamente es un punto fuerte, ¿qué decir de su banda sonora? No hay más que ponerte a jugar y dejarse transportar por esas melodías, dejarlas entrar en tu interior para estar de lleno sumergido en ese camino. Cada instante del juego se siente como si fuera uno, como si fuera una fase personal a pasar y eso, han sabido trabajar excelentemente en Journey, dejándote contagiar por esa composición mágica.

Pueden haber muchas interpretaciones de ese viaje, de ese camino. (alerta interpretaciones personales) Un viaje personal, donde un ser luminoso (quizás nuestra madre o creadora, y es que está siempre delante o enseñándonos una montaña con forma de útero), nos ira quizás explicando lo que le sucedió a nuestra civilización, desde los inicios, a su apogeo tecnológico y a su declive por unas posibles disputas y guerras que pudiera haber, hasta el fin de ella. Es ahí a dónde llegamos, al ascenso tras la muerte en forma de luz.

Pero ese no es nuestro fin, de nuestros retos personales, de nuestro viaje personal en alguna meta de nuestra vida. Pasamos diferentes fases para cumplirlos y una vez hallados no son nuestro final. Y es que una vez acabado, nacerá uno nuevo y volveremos a empezar, aparecerá (como al final del juego tras la muerte) un nuevo espermatozoide para fecundar una nueva vida, una nueva meta, una nueva luz, en esa montaña en forma de útero iluminado al atravesarlo y anunciando ese nuevo nacimiento con esa estrella de belén que recorre los créditos del juego, trasladándonos de nuevo al principio, de otro viaje.

Dijimos al principio de esta reseña personal, que podíamos interpretar un mensaje en estos tiempos de ansiedad, perdida y preocupaciones.

Sinceramente me gustaría acabar esta reseña con ese mensaje. En este camino oscuro y de pesimismo que juntos estamos recorriendo con esta pandemia que estamos sufriendo mundialmente, nacerá de nuevo una sociedad mejor, más tolerante, más igualitaria. Quizás debamos aprender que nadie es más que nadie y que todos somos iguales, seamos de donde naciéramos. Quizás toca aprender de nuestros errores para ascender a una nueva era. Al menos, mientras os escribo estas letras, es lo que deseo.

(Player 5)
Llegue a este juego casi por imposición, lo dan gratis y tus amigos lo van a jugar todos, tenía que probarlo. No sabía nada de este juego, no sabía que existía siquiera. Me planté allí en mitad del desierto, un poco desconcertado, sin saber hacia dónde ir, qué hacer, ni como moverme. Por suerte, creo que es parte del juego, y es el propio juego el que te va a guiar por el camino que empiezas.

La jugabilidad es muy sencilla, no tienes complicados controles, movimientos normales y salto. En cuanto a la duración, tengo una pequeña contradicción, por un lado, creo que es correcta para lo que es el juego y las necesidades narrativas que tiene. Pero por otro lado, reconozco que me quede con gas de más, habría querido seguir en ese universo mágico.

Gráficamente me encantó, he disfrutado mucho de esos paisajes desérticos, solitarios y de las nevadas montañas, frío y ventiscas incluidas. Y la música, esta era en verdad la narradora de la historia. No había palabras, ni falta que hacían. La música te decía todo lo que necesitabas saber en cada momento. Creo sinceramente que es la Ariadna del juego, el hilo que conduce todo la historia hacia un final encomiable.

Si al principio dije que llegue al juego sin saber nada de él, ahora os puedo decir que es un juego que, a mi, me ha marcado. Es uno de esos juegos que voy a recordar, uno de esos que se quedan para siempre en un rinconcito de tu corazón. Ha sido como avanzar, crecer e iluminarse con el mismo avatar. Al terminarlo fue como una sensación de liberación personal, de expansión espiritual.

Una de las cosas que más me ha gustado del juego, y descubrí al final, es que nunca estuve solo mientras recorría el camino, lo entenderéis si lo jugáis.

El juego está abierto a muchas interpretaciones, para mí, cuenta la historia de una civilización, que vemos como avanza a lo largo del juego con construcciones más complejas cada vez. Una etapa tecnológica y después su “desaparición”. Lo pongo entre comillas porque en realidad no desaparece, son los seres de luz que nos guían en el juego. Como seres evolucionados que nos guían y enseñan a través de su historia para que recorramos su mismo camino. Personalmente me recordó a la raza de los “Antiguos”, de la saga Stargate. Pero es solo eso una comparación mía.

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